Como cada día salgo a pasear, hoy decidí cambiar la ruta siguiendo una intuición. Llego a un claro dónde hay unas mesas de madera algo rotas. . Al lado, un círculo de piedras entre varios árboles. No muy lejos de allí veo a dos chicos conversando animadamente, creo que están fumando porros. También hay un sintecho durmiendo entre unas piedras grandes y unos matorrales, está envuelto completamente en una manta vieja y roída, parece que ha conseguido hacer su propio ovillo, inmerso en su transformación.
Le he visto algunos días por mi barrio, es un chico joven, extranjero, yo diría que polaco o irlandés, vete tú a saber.
La segunda vez que lo vi estaba sentado cerca de donde vivo, llevaba una lata con comida y la devoraba, observé que alguien le había dejado más comida en un portal. Tuve la necesidad de acercarme a hablar con el, pero desistí. La tercera vez nos cruzamos en otro de mis paseos, quise preguntarle que le había llevado a vivir así, volví a desistir pensando que lo más normal es que me mandara a la mierda.
Mientras escribo sentada en un piedra enorme y cómoda, él está detrás de mí, no hace ruido.
Un pájaro negro se acerca caminando hacía donde estoy, suenan las campanas de alguna iglesia, pienso en la muerte.
Siento el impulso de acercarme, ¿Y si está muerto?
Me paro. ¿Y si lo despierto y se cabrea?
Me distraen unos niños gritando exageradamente, llaman a una tal Patricia, dos veces, tres, cuatro y se callan. Menos mal.
Miro hacía mi izquierda y allí a lo lejos, oculta entre unos arbustos, sigue la chica rubia de melena larga, parece meditar, muy quieta mirando al infinito, nuestros ojos se cruzaron cuando venia caminando hacía las mesas. Aparté enseguida la mirada, no quería molestarla, sus ojos presagiaban un gran dolor. Me hubiese gustado decirle,” ey, esto también pasará” pero no lo hice, seguí mi camino, no sin antes mandarle ese mismo mensaje telepáticamente. No sé si lo habrá captado, estas cosas funcionan, pero no todo el mundo tiene la antena funcionando.
Ladra un perro, sigo debatiéndome entre llamar al que duerme o reanudar mi caminata.
Observo el círculo de piedras....
(....)
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